domingo, 3 de marzo de 2013

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Reflexión sobre la Psicología Pública


Hace ya tiempo que quería escribir sobre este tema. No entiendo cómo la sanidad pública no proporciona más plazas en los hospitales para el área de la salud mental. Es indignante que haya uno o dos psicólogos de media por centro hospitalario.

En un centro hospitalario son muchos los médicos que existen para cada especialidad, me parto una pierna voy a un traumatólogo, siento algo raro o extraño en el cerebro me voy a un neurólogo, me sale algo raro en la piel y me voy a un dermatólogo y que ocurre cuando no se gestionar mis emociones o mis pensamientos y  no me permiten llevar un ritmo de vida normalizado? Pues lo que ocurre es lo siguiente,  primero es el médico de cabecera quien te pone una medicación, lo segundo es que da gracias si al final te derivan a psiquiatría y lo tercero que ya es un milagro, es que te deriven a psicología. Eso sí,  el tiempo que pasa entre una cita y otra fácilmente oscila entre uno y tres o cuatro meses. ¿Qué mejoría puede existir en un tratamiento con estos espacios de tiempo entre sesión y sesión?

Y por supuesto con esta  opinión no estoy yendo en contra de los profesionales que están en la sanidad pública que me parece que dentro de lo que se les permite hacer con los pacientes bastante hacen, pero sí que me da mucha pena el no progreso del paciente.

 A nuestra consulta vienen muchos pacientes que tienen que pagarse las sesiones de manera privada porque la continuidad con la que se les ve en la seguridad social es insuficiente para que haya una mejoría. Y esto realmente es una pena.

Sólo deseo, y es un deseo desde lo más profundo de mis entrañas,   debido a  que amo mi profesión, que algún día se amplíen las plazas para que la gente también pueda sentir mejoría personal sin tener que pagar sí o sí las sesiones de manera privada.  

Son ya muchos los pacientes que en la seguridad social se han sentido cómo un número, en el que pasan los 20 minutos y tienes que levantarte de la silla.

Por favor, las personas somos huesos, órganos…. Pero también somos emociones y pensamientos

¡¡¡No nos olvidemos!!!

 
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